Las soluciones de nube híbrida se están convirtiendo en el modelo estándar entre las principales corporaciones mundiales. Así lo confirman los últimos estudios de las principales consultoras; el 55% de las organizaciones tienen previsto implantar esta opción antes de 2019. Entre sus ventajas, favorece entornos fácilmente gestionables, ágiles y flexibles con suficientes garantías de disponibilidad y solidez.
Con la experiencia positiva de otros clientes, muchas empresas han apostado por esta combinación de servicios dentro y fuera de sus instalaciones. Después de la experiencia inicial de nube pública, las empresas aprendieron que muchas cargas de trabajo se resuelven mejor hospedadas en las propias instalaciones principalmente por seguridad, rendimiento y control de costes.
Para aprovechar las oportunidades de la transformación digital, las empresas están apostando por una combinación híbrida de recursos, definida por software flexible, escalable y utilizable, independientemente de que las aplicaciones y los datos estén en el datacenter, alojados en nubes públicas o en privadas.
En las empresas tradicionales, sus aplicaciones, datos y procesos fundamentales constituyen su “motor de procesamiento”, y suele ser estático. Sin embargo, en la nueva era de la transformación digital, estas organizaciones evolucionarán hacia un “núcleo digital de procesamiento” dinámico.
A la velocidad de la era digital, las TI compondrán una y otra vez sus recursos con eficiencia y agilidad; prediciendo las necesidades futuras y asignarnos recursos antes de que los usuarios los demanden. Este proceso debe ser automatizado y liberar a los especialistas de TI para otras tareas.
Los proveedores de nube pública, tipo Amazon o Microsoft Azure, prestan servicios a los que se puede acceder de forma fácil y rápida, aunque las cargas de trabajo de producción suelen exigir mayores niveles de seguridad, conformidad y rendimiento. Estos aspectos se resuelven mejor con servicios propios.
Resulta lógico que las aplicaciones nacidas en la nube, como Office 365, Salesforce o Workday, se ejecuten como SaaS, en vez de hacerlo en las instalaciones físicas. Pero esto no significa que todas las cargas de trabajo nativas Cloud se deban ejecutar en nube pública. Las tecnologías de servidor más recientes, como las plataformas hiperconvergentes, facilitan la ejecución de las aplicaciones nativas Cloud en contenedores de un centro de datos propio, algo que tal vez no se consideraba hace unos cuantos años, pero que ahora es otra alternativa más a valorar.
Estas y otras opciones ahora están disponibles y su correcta combinación en cuanto a eficiencia, costes, seguridad, rendimiento y control de los recursos permiten migrar la carga de trabajo correcta al entorno adecuado, con sus dosis medidas de privado y público, siendo la gran decisión a tomar.
Las nubes privadas van a seguir creciendo, encajando en un enfoque abierto hacia nubes públicas y a recursos internos de cada organización, porque el mejor abordaje para la mayoría de las empresas es una mezcla de TI tradicional, nube privada y nube pública, que permitan equilibrar costes, redistribuir cargas, simplificar procesos y asegurar la continuidad en los servicios.
Las organizaciones que comiencen a clarificar su estrategia Cloud necesitarán el respaldo de un Partner que pueda ayudar a diseñar un “mix” adecuado con garantías de éxito. Grupo Econocom aporta valor en este campo a las medianas y grandes organizaciones que buscan extraer máximo rendimiento de las oportunidades que brinda la nube en todas sus dimensiones.
François Castro, Director General Servicios IT