Stéphane Basto, IT Life Cycle Manager

La tecnología se ha convertido en instrumento esencial de nuestro día a día que ahora, nos cuesta imaginar cómo éramos capaces de desplazarnos sin GPS, de comunicarnos sin teléfonos móviles o de trabajar sin ordenadores. Herramientas importantes que, sin duda, nos facilitan las tareas cotidianas, pero que cuando dejamos de utilizar se convierten en material obsoleto. Residuos que, en su mayoría, contienen materiales altamente contaminantes que deben ser correctamente tratados.

Se prevé que la chatarra electrónica mundial crecerá un 30% hasta 2025, alcanzando los 53,9 millones de toneladas de desechos de aparatos electrónicos. Un dato inquietante que debería invitarnos a reflexionar sobre el uso que hacemos de la tecnología y cómo deberíamos deshacernos de los aparatos tecnológicos una vez consideramos que no aportan utilidad.

¿Nos movemos por modas y cambiamos de dispositivos antes de que realmente lo necesitemos? ¿Les damos otra oportunidad a los equipos que todavía funcionan? ¿Nos deshacemos de los terminales que fallan de forma correcta? Procurar un consumo responsable de aparatos, prolongando su vida útil reutilizándolos cuando sea posible y reciclarlos cuando resulten obsoletos es imprescindible para la conservación del medio ambiente.

Resulta inevitable que las empresas, por funcionalidad, se vean obligadas a renovar sus equipos tecnológicos mucho antes de que estos dejen de ser operativos. En estos casos, en los que todavía funcionan, pueden ser aprovechados por otras empresas con menos recursos o en proyectos benéficos o solidarios. El mercado de brokerage es una opción que podrá aportar algo de rentabilidad a la vez que alargamos la vida útil de estos productos.

Si el aparato no funciona y es sustituido por uno nuevo, según estipula la Ley, el establecimiento tiene la obligación de recoger el anterior y encargarse de la gestión de sus residuos. En el escenario en el que nosotros somos quienes nos deshacemos del equipo, en este caso, ha de ser depositado en un punto limpio. La normativa europea obliga al reciclaje de estos residuos y no hacerlo, constituye delito. Para cumplir con esta normativa hay proveedores especializados en la gestión de dichos residuos.

Está bien que las autoridades “animen” al reciclaje con sanciones, aunque la información debería ser la principal herramienta para ayudar a erradicar esta lacra. La falta de concienciación se muestra como el principal factor para que la basura electrónica no haga más que aumentar, en vez de reducirse. La mayoría de la población desconoce que el 92% de un teléfono móvil se puede aprovechar para construir nuevos equipos o que los productos electrónicos contienen elementos altamente tóxicos tanto para el medio ambiente como para la salud. Una mayor formación ayudaría a la correcta gestión de los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos), contribuyendo a la economía circular y al desarrollo sostenible.

Los aparatos eléctricos y electrónicos contienen materiales reutilizables con recursos que no pueden perderse. Oro, platino, cobre, paladio, aluminio… deben ser recuperados, pasando así a formar parte de nuevos productos. Fomentando la economía circular mantenemos el valor de los productos, materiales y recursos el mayor tiempo posible.

Si no reciclamos estamos contribuyendo a la acumulación de estos residuos tóxicos y componentes de valor en vertederos. Además, con nuestra indiferencia, favorecemos la explotación de recursos naturales limitados, provocando la pérdida de recursos y el encarecimiento de los procesos productivos.

Cuidar nuestro planeta debe dejar de ser un reto para convertirse en una realidad. En Grupo Econocom estamos comprometidos con el medio ambiente y gracias a nuestra iniciativa “green it” aportamos nuestro granito de arena en la conservación del planeta. Administramos y optimizamos la recuperación de los equipos al final de su vida útil y contamos con un proceso de brokerage que reutiliza gran parte de los dispositivos. Además, nos ocupamos del borrado con certificación de toda la información almacenada en los equipos a reciclar cumpliendo con la ley orgánica de protección de datos.

Desde el Grupo Econocom, acorde a la Directiva de RAEE en vigor, promovemos a través de nuestro equipo de IT LIFE CYCLE, la reutilización. Con el objetivo de minimizar la contaminación, la mejor opción que elegimos es de recolocar nuestros equipos informáticos en el mercado, para darles un segundo ciclo de vida, evitando así cualquier proceso industrial que emita aún más CO2.

En los casos de que no se les pueda dar una utilidad, optamos por un reciclaje responsable a través de una red de gestores autorizados y por un tratamiento de residuos, respetando la Directiva Europea 2012/19/UE transpuesta en España a través del Real Decreto 110/2015. Además, garantizamos el borrado seguro y certificado de todos los equipos gracias a un software de última generación capaz de tener en cuenta la problemática específica de cada tipo de soporte.

 

Stéphane Basto, IT Life Cycle Manager Grupo Econocom