La revolución digital va mucho más allá del mero uso de las nuevas tecnologías, consiste en una nueva forma de entender la empresa.
Hace apenas 20 años cada innovación tecnológica contaba con grandes periodos de implementación que nos permitían ir adaptándonos tranquilamente a los nuevos escenarios. Sin embargo, hoy en día vivimos en un mundo digital en el que los cambios se suceden tan deprisa que apenas nos da tiempo a acostumbrarnos a unos cuando ya llegan otros.
De ahí surge en las empresas la necesidad que hemos llamado “Transformación Digital” y que es la clave de la supervivencia de los negocios. Debemos pensar en la tecnología de una manera distinta a como lo hacíamos en el pasado, ahora ya no es un recurso para “facilitar” los procesos internos de las compañías, sino que es la “base de la innovación” y es lo que permite conseguir empresas más inteligentes y competitivas.
La Transformación Digital no hay que verla como una manera de resolver cada reto tecnológico de manera individual, sino que debe ser, una parte fundamental en la estrategia corporativa de las organizaciones. Su objetivo principal ha de ser alinear sus estructuras y procesos internos con sus necesidades e intereses, estando preparados para implementar nuevos modelos y tecnologías que les permitan relacionarse digitalmente con los clientes, partners y proveedores.
En definitiva, las empresas deben resetear la forma de innovar en el mercado y apostar por tecnologías emergentes como Cloud, Big Data, Internet de las Cosas (IoT), Inteligencia Artificial (IA), Blockchain… y analizar su utilidad en “situaciones reales” dentro de cada tipología de negocio y empresa. Ser más eficientes, más productivos, más competitivos y, todo ello, ahorrando costes a partir de “soluciones de pago por uso”.
Xavier Linares, Director General Actividad TMF (Technology Management & Financing)