Blockchain vuelve a estar de actualidad tras varias crisis de identidad que algunos achacan a su relativa juventud.
El sistema Blockchain apareció por primera vez en 2009, cuando vio la luz la moneda virtual Bitcoin. Principalmente se trata de un registro de transacciones digitales basada en una enorme base de datos, donde se registran todas las operaciones financieras realizadas con una determinada divisa.
También conocida como cadena de bloques, su tecnología parte de la idea de que una base de datos compartida, que opera como un libro de registro de operaciones de compra-venta, tiene unas medidas de seguridad inviolables. No en vano, utiliza claves criptográficas que se redistribuyen en miles de ordenadores repartidos por todo el mundo, donde se registran las operaciones con códigos por tipo, cantidad, fecha y participantes y se utilizan estas claves cifradas para blindar su contenido.
El sistema ofrece claras ventajas de seguridad frente a posibles ataques o fraudes, ya que una simple modificación de una de las copias no sirve de nada y exige hacer el cambio en todas ellas. En otras palabras, podemos comparar la tecnología Blockchain con un gran libro contable en el que se va dejando constancia de todas las transacciones, con el añadido de que los datos no se pueden manipular y, además, son verificables.
Aunque se trata de una modalidad incipiente, ya se está aplicando en muchos sectores, especialmente el financiero, bancario y auditor. Algunos expertos pronostican incluso que el 15% de los bancos y el 14% de las entidades financieras actuales ya utilizan soluciones y tecnologías Blockchain para mejorar la seguridad de los procesos y suprimir los costes que suponen las transacciones tradicionales.
Si bien es cierto que esta tecnología se encuentra en pleno desarrollo, cada vez más empresas detectan su potencial y la oportunidad de dar la bienvenida a nuevos modelos de negocio en el nuevo entorno financiero digital.
Pese a las dudas que la crisis financiera arrojó sobre el mundo de la banca y las auditoras, el agitado mercado financiero está renaciendo de sus cenizas y parece apostar por este innovador modelo de transacciones, tan revolucionario como prometedor.
Su capacidad de verificar realmente el flujo de información entre diversos socios, sus fondos y entidades de pago, convierten a Blockchain en un sistema muy atractivo para todas las empresas que deberán actuar cada vez más en un mundo digital en continua evolución.
En definitiva, Blockchain se presenta como una tecnología con alto interés en adoptarla a medio plazo y, en ese contexto, se llega ya a comparar este fenómeno con el debut de los primeros sistemas informáticos empresariales, allá por los años 80.
Enilio Álvarez, Director de Cuentas Estratégicas y Soluciones de Negocio de Grupo Econocom